miércoles, 1 de mayo de 2024


 

Capítulo 3  "EXPULSIÓN"

Estaba de guardia en la Biblioteca, los profesores nos turnamos allí   por si un compañero manda a algún alumno expulsado o este llega tarde por las mañanas. La verdad es que identificar la biblioteca con un lugar de castigo no creo que sea la mejor idea para atraer a los chicos a la lectura. En lugar de ver los libros como escalones al conocimiento los terminan confundiendo con los ladrillos de una cárcel.

Desde ahí veía el patio del Instituto, en la cancha de baloncesto estaba la clase de Ray con Adrián, el profesor de Educación Física. Me quedé mirando por la ventana porque estaba interesado en ver como se comportaba con él.  Los profesores de E.F. suelen tener éxito entre los chicos, en primer lugar, porque son súper dinámicos y su asignatura es la más más adecuada para el ímpetu de un adolescente   y en segundo lugar van siempre en chándal , que  es la vestimenta más habitual también entre los chicos, lo cual les hace más cercanos  y menos encorsetados.

 Cuando yo era joven tuve un profesor de Gimnasia, decíamos entonces, que era todo lo contrario, iba con una chaqueta desgastada, como de un terciopelo que alguna vez fue burdeos, tenía barriga y su voz era ronca y rasposa debido a lo mucho que fumaba,  también durante las horas de clase  . Tenía como mote el “Cazalla”  porque decían que todas las mañanas desayunaba con este aguardiente. Era un tipo simpático cuya idea de la asignatura era darnos unos balones y que cada uno jugara a lo que quisiera mientras el leía tranquilamente el MARCA.

La clase de E.F. de ese día consistía en hacer una coreografía, el profesor   les puso por parejas para hacer un baile. Ray se negó a hacerlo en rotundo. Algunas alumnas cuando no quieren hacer alguna actividad de E.F. alegan que tienen la regla, pero Ray no usaba excusas cuando algo no le gustaba. Entonces Adrián le señaló la biblioteca mientras le decía algo en tono enojado.

Cuando llegó a la biblioteca la pregunté, como si no supiera nada: “¿Porqué te han expulsado?”. “Por no querer bailar”, contestó ella como si fuera evidente la injusticia

Yo, después de los tensa relación que habíamos tenido en los primeros días de curso  quería establecer algún puente y le pregunté de manera cordial : “¿Es que no te gusta bailar? Es algo divertido, a todos los jóvenes les gusta ”.  “A mi no”, contestó de manera firme

“¿Pero al menos te gusta la música?”, ella afirmó con la cabeza. “Pues es una pena porque el baile es como el eco de una canción en tu cuerpo, bailar es la sombra de la música”. No sé si entendió mi comparación,  quizá demasiado poética,  pero quería decirle que bailar era algo bello y creativo

 Los que vienen castigados a la Biblioteca deben hacer alguna tarea, no pueden estar sin hacer nada. Lo habitual es que resuman o copien alguna lección del libro (así por lo menos se les queda algo), pero en esa ocasión quise tomar una medida distinta ya que Ray era una alumna diferente.

Le dije: “Ray, no has empezado bien el curso. Has de saber que en cualquier relación humana  si los inicios son buenos , es raro que luego las cosas  se tuerzan . Mira, como estás castigada, te mando como trabajo que busques entre los  libros un inicio que te guste y me lo escribes en una hoja, si te atrae como comienza seguramente quieras seguir leyendo más” . A Ray pareció no disgustarle la tarea porque se puso a hojear libros sin protestar. Pasado un buen rato vi cierta satisfacción en su cara   e inmediatamente se puso a escribir, cuando terminó me  entregó el papel. Había elegido el comienzo de “Tiempos difíciles”, cuyo título seguramente eligió porque le resultaba cercano a lo que ella vivía. Decía así:

“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría y también de la locura; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”.

Aunque Dickens se refería a la época de la revolución Francesa, en el siglo XVIII, encajaba perfectamente con la definición de  adolescencia, y Ray me transmitía un mensaje,  su mundo era convulso, confuso ,lleno de contradicciones. Fue de casualidad, pero  había  logrado establecer un lazo de comunicación con ella. Se había abierto una pequeña ventana entre los dos.


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